viernes, mayo 19, 2006

Para don Luis



Todos tenemos presentes alos grandes cineastas actuales, a los mejores escritores contemporáneos y sobretodo a los virtuosos músicos del momento. Pero quién tiene presente e los pintores actuales. La verdad es que muy pocos de nosotros conoce el nombre los artistas que realizan el trabajo de los dibujos y/o pinturas que nos gustan o nos llaman la atención. Para ser sincera yo también desconozco a muchos de los dibujantes que son autores de varias de las imágenes que bajo por internet, pero sí tengo muy presente a uno. Me refiero a un dibujante del cual, yo creo, que la mayoría de nosotros hemos visto alguna parte de su obra, un mágnifico pintor español llamado Luis Royo.
Son muchas las páginas de internet por donde circulan sus dibujos y la mayoría tenemos alguna imagen suya en la PC. Tales trabajos son publicados en libros, revistas y algunos de ellos han sido portadas de bandas de rock.
Cuando un escritor nos gusta mucho compramos su libro, cuando un grupo de música nos gusta en serio compramos su disco, de esta manera contribuimos con la económia del artista y la difución, legal, del arte. Pero nadie recuerca nunca a los pobres dibujantes. Con esto no quiero decir que vayan a la página del señor Royo (que es http://www.luisroyo.com) a comprar algo suyo, sólo tenía deseos de hacer incapie sobre lo olvidado que está este arte y sobretodo lo poco reconocido que es.
Y si por extraña razón Luis Royo llegará a leer esta nimiedad. Luis: ¡Sigue así!

jueves, mayo 04, 2006

Soledad


En un mar de papel vi perderse a todos mis hijos. desde entonces no los he vuelto a ver.
Recuerdo que un día me pidieron sonrisas con miel; no se las di. También pidieron lágrimas dulces, macarrones de turrón y albaricoques de nubes. Jamáz les daba lo que pedían. Pero les daba muchas cosas.
Una vez para el cumpleaños del más grande, el de tinta china, preparé varias cosas para su fiesta: hice una piñata de algodón de azúcar rellena de los más hermosos pajarillos de colores cociné un gran pastel de letras y una sopa de chocolate. Recuerdo que todods parecían muy felices, nada de caras tristes.
Pero hoy no están conmigo. No sé dónde están ahora, no sé a dónde fueron, a dónde se los llevó la marea de papel.