jueves, mayo 04, 2006

Soledad


En un mar de papel vi perderse a todos mis hijos. desde entonces no los he vuelto a ver.
Recuerdo que un día me pidieron sonrisas con miel; no se las di. También pidieron lágrimas dulces, macarrones de turrón y albaricoques de nubes. Jamáz les daba lo que pedían. Pero les daba muchas cosas.
Una vez para el cumpleaños del más grande, el de tinta china, preparé varias cosas para su fiesta: hice una piñata de algodón de azúcar rellena de los más hermosos pajarillos de colores cociné un gran pastel de letras y una sopa de chocolate. Recuerdo que todods parecían muy felices, nada de caras tristes.
Pero hoy no están conmigo. No sé dónde están ahora, no sé a dónde fueron, a dónde se los llevó la marea de papel.

2 comentarios:

. a d r i a n a . dijo...

Son mareas crueles, inevitables..

Saludos.

Unknown dijo...

muy buen escrito me gusto bastante!!! escribes muy bien saludos!!! soy el paya haber si te acuerdas de mi!!!