Recuerdo haber soñado alguna vez con una enorme cárcel de estrellas que no me permintía tener libertad.
Mi prisión estrellada contaba con un mar violáceo de olas suaves y tranquilas, sobre él una masa de gases semejantes a nubes pero con tenues colores verdes, azules, rosas que me hacían reoerdar una aurora boreal dotada con truenos y relámpagos.
La flora de aquella fina tierra estaba cubierta por el lycoperdon giganteum como el que describe Julio Verne en su viaje al centro de la tierra. Yo me sentía pequeña y sin color y a pesar de que no podía volar, ni ser libélula como quería, mne sentía feliz.
Antenoche soñé contigo. Desde entonces mis sueños son oscuros llenos de nada.
Todo se apagó.
Al parecer fuiste mi libertador y me rescataste de mi hermosa prisión .
Mas ahora no logro ver nada, todo a mi alrededor está desolado y todo bajo mis pies está muerto. Has matado mi vida nocturna.
Eres un asesino de sueños.
3 comentarios:
Lo díficil de deja una prisión es que estamos pasando a otra.
Saludos Dulce, y feliz cumple!
perdón por no estar en tu cumple. estaba en obson con unos patéticos bravucones ya rucos que quieren ser jovenes como tú o como yo, aunque cada vez más te acerca a su edad... no te dejes llevar, porfa, no
Pero después de todo no ceo que en verdad mueran los sueños, más bien creo que es uno el que se detiene al bordel del camino, como en aquel poema de Mario Benedetti "no te salves". En esas situaciones lo mejor que hay que hacer es encontrarnos y saltar al basio.
Exelente Blog. Un Saludo
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