martes, abril 11, 2006

Nada




Nada. No hay nada. Hoy no hay pasión, ni tristeza, ni dolor, ni felicidad; ni siquiera egoísmo. Recuerdo los días en los que había sensaciones. Recuerdo aquella noche en la que pude sentir tus manos rozando mi piel, tu lengua invadiendo mi boca, mi garganta, las emociones que tu cuerpo me brindaba y las que mi cuerpo te regalaba; recuerdo aquella noche placentera. Recuerdo cuando fui feliz, sentada en la cocina de aquel apartamento con vista al mar, a ese mar inmenso, aparentemente invulnerable, feroz, fuerte; recuerdo que fui feliz al lado del mar y al lado de ti.Mas hoy no siento nada, no sé a que se deba. Tal vez se deba a quel papel que firme no hace mucho en el que se escribía: Te sedo a tí mi alma a cambio de...

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